¿Tienes el valor o te bailo?
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¿Y si hubiera hecho mía a una Adelita allá por 1910? quizá hubiera tenido que nacer en 1890 para tener unos 20 años y cargar mi 30-30 por las haciendas de Morelos, un jefe revolucionario a mis 20 años. No, seguramente la hubiera cagado, y es que en pleno siglo XXI, sin nada importante que hacer para la sociedad, la he cagado. Soy un mexicano promedio de 19 años, sí, puede ser que lo relevante sea mi edad, no soy muy viejo y tampoco soy un niño, me divierto a sabiendas de las ventajas de no estar en los extremos de la vida. Mi vida no está muerta ni es extremadamente joven, pero es justo aquí donde viene la cuestión. ¿Qué puedo hacer con mi vida? y es que al parecer una vida ya no tiene la misma plusvalía de hace algunos años, ahora te la quieren comprar por un chicle y tres pesos, venderla entonces no es una opción. A los 19 años estar en medio de todo también tiene desventajas, muchos aún no te consideran adulto, tampoco niño y entonces viene otra cuestión ¿Quién soy? ¿Tengo que ser alguien?
Efectivamente, no sólo hay crisis de la mediana edad, los jóvenes de hoy en día tenemos achacado la podredumbre generalizada social y cultural que vive no sólo México sino el mundo entero, y es que según la sociedad, el futuro está en nuestras manos, algunos (según ellos) son demasiado viejos para poder hacer algo y otros son unos niños para poder ayudar. El bombardeo mediático que la generación Z (como se le ha llamado a los jóvenes que nacieron desde los 90´s) orilla a la mayoría a refugiarse en una nostalgia que les lleva a decir que “nosotros”, la generación naciente de ciudadanos del mundo, lo estamos haciendo todo mal, pues en sus tiempos… Sí en sus tiempos todo era diferente como ellos dicen. Pero es bien sabido que cada generación abarca la ignorancia y la mediocridad que hoy en día se encargan de recalcar los medios sobre esta generación. Antes el pretexto eran las herramientas al alcance de la juventud, pero hoy en día las herramientas las tenemos.
Ahora sólo pregunto ¿algún día aprenderemos a usar las herramientas, a ser incluyentes? ¿algún día dejaremos de lavarnos las manos? Hoy empiezo yo. Escribo esto precisamente porque no siento que la crisis sea sólo mía, creo que es nuestra y quiero salir de ella, no puedo sólo, ya lo intenté. Así piensa un chico promedio de 19 años.